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11 noviembre 2011
el hecho de casi perder tus palabras en papel hizo crecer en mi una necesidad. ningún techo podría en ese momento detenerme. llegué al andén, madre del transito, cruce de caminos. me mordí la lengua, me hice un poco más valiente y me quede con la “a” de un nombre masculino. otro andén. me subí al quinto “a”, tenía que despedirme de ese balcón… y otra “a”, cuarto “a”, pero cerrada… ¿sería tarde o temprano? quién sabe… quedaba andar, por la orillita. andar hablando en voz alta, andar expandiendome en el aire, andar en manos de otros, andar en miradas de quién mira mientras. me anuncié, no me sorprende, poca respuesta y mucha casualidad. “¿qué haces tú aquí?” corazón latoso de la mano de una idea terca. y dije lo último que no dije.
en casa me di cuenta de que en algún momento del viaje, o quizás ya de regreso, había perdido tus palabras. claro, habían pasado a ocupar otro lugar…
llueve con fuerza y el cielo está gris. el suelo ahora es barro. tus pies son barro. y el agua cae por tu cara, tu pecho y luego tus pantalones empapados. firme, no se donde termina el mundo y empiezas tú. respiras calentando el aire. yo llevo el pijama con el que me caí de tu ventana. ya sucio, mojado. te miro.
la lluvia se vuelve lenta. mi sonrisa rompe gotas de agua. mi piel erizada. uno todas las gotas de agua de tu boca. ahora tú. me empujas con fuerza sobre el corazón. te abrazo.
si consigo desaparecer un día entierra todos mis recuerdos,
yo te daré igual trato.
tentación de huir.
hay veces que… puede ser el mayor regalo,
guardar el amor en silencio, sin lágrimas.
2+2 son 4,
sólo la mayoría de veces.
si es cada día, si es para siempre.
te tengo en lo profundo, donde no llegas tú, ni yo tampoco.
eso es, que cabronada.
palabras sueltas
no soy despampanante, ni mi pelo es suave y sedoso. no me importa mi peso, ni el dinero que llevo en los bolsillos. cuando camino por las calles suelo mirar al cielo, me hace sentir libre, libre por la inmensidad que me rodea. nunca he soñado que me casaba, pero si con un abrazo que me dejaba sin respiración. quiero una cámara nueva, pero no la quiero tanto. tengo libros, libros, me encantan mis libros. pienso que odio a los humanos y que amo a los animales. tengo la manía de clasificar a las personas, las que no consigo embolsar son las que me descolocan. no me gusta el verano pero si la playa. un día puedo ser la persona más feliz del mundo y al siguiente la más triste, todavía no he conseguido tener claro el por qué. no entiendo la superficialidad, ¿no sabe que la piel se arruga? viajaré a Berlín, Viena, La Toscana, Tokio, Nueva York, Pekín… aunque tenga que borrar la idea de familia de mi cabeza. mi día perfecto sería entre lluvia húmeda, incienso y lasaña de espinacas. usaría el resto de mis días zapatillas converse, incluido el día de la boda de mi hermana. no me avergüenza querer, me gusta amar. ando despeinada por casa, no tengo ningún problema en pasar días sin quitarme el pijama. no tengo claro que primera impresión se tiene de mi, menos claro la que permanece. podría contar mis sueños con los de dedos de una mano. en ocasiones necesito aislarme, estar sola, sentirme sola. no tengo mucho que ofrecer, pero no me importa.
yo