"En primer curso de la universidad había estudiado ciertos números
primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman
primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi
sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide
ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43.
Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas
parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son
números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y
rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las
parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el
verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando,
ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, topamos de pronto con
otros dos gemelos estrechamente unidos. Es convencimiento general entre
los matemáticos que, por muy atrás que quede la última pareja, siempre
acabará apareciendo otra, aunque hasta ese momento nadie pueda predecir
dónde." Paolo Giordano
Supongo que todos nos hemos sentido número primo en algún momento. Y ya se sabe, "todo llega", "no era para ti", "ya encontrarás algo"... y así hasta la próxima pareja. De números primos, digo.
ResponderEliminarUn saludo!