con el dedo rojo
incendiado
apuntando siempre al conflicto
bala de vida
y, asúmelo coño
la decepción forma parte
raja y toda la boca de mierda
y todo el cerebro de mierda
el corazón de mierda
y otra vez con el dedo rojo
incendiado
apuntamos.
Es un ciclo sin final, el de ser feliz y sufrir.
ResponderEliminarSiempre podemos aprender algo de ello.