07 mayo 2014


Y
al final,
cuado le place al 
Carnaval,
cuando lo quiere así el
destino,
todos hacemos,
tal cual,
lo que hacen
al final
todos los héroes:
Nos Morimos.
Y a una incógnita
señal,
negros francotiradores
escondidos
en lo lejano
abren fuego,
y se parte nuestro ego
a la mitad,
nos destruye la ciudad
como a marcianos 
de un antiguo
videojuego.
Y caemos fulminados
en las fiestas,
y en los pasos
de peatones,
y en las sucias
lecciones
de oscuras aulas,
y volamos desde las
habitaciones
de enfermería desiertas,
nos aplasta el grave peso de la lluvia
la que besa
cada día
nuestras jaulas.

dejamos
este mundo para
otros, que no notarán
siquiera nuestra falta
del lienzo de sus asuntos,
y partimos
hacia un destino
remoto, sin mirar atrás, ya
dándole la espalda
al tiempo de ese otro
mundo
donde sigue habiendo fútbol
los domingos, donde
cuelga aún ropa de los
tendederos, y hay lágrimas en los
cines,
donde aún hay calendarios y hay
anuncios, donde siguen
floreciendo, floribundos,
los agujeros negros
en los
calcetines.
Y morimos
todos, siempre
tan temprano.
Con asuntos por
cerrar, con
hipotecas y
deudas de fin de mes,
con secretos escondidos en la
mano, que se van
a donde duermen las
tarjetas
que la gente
no eligió en el
<< 1,
2,
3>>
Y morimos
todos, nos
evaporamos.
Arrojamos los
ropajes que
vestimos 
a la hoguera
de lo vano,
y, desnudos,
nos tumbamos
y morimos.
Nos morimos y dormimos.
Nos dormimos,
o, tal vez,
nos despertamos.

Telón, Daniel Orviz

4 comentarios :

  1. https://www.youtube.com/watch?v=jk2CFSics98
    ¡y yo que estaba buscando esto y google no lo encontraba!

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    1. Es que este hombre creo que no tiene blog, pero su libro no tiene desperdicio!

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